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Así que Dios ha inventado un idioma, que en la Biblia se llama la "Palabra", y una vez que hablamos juntos en el mismo idioma, no tenemos problema, porque ese lenguaje es la Palabra de Dios, es Dios. Y una vez que conocemos ese idioma, nos convertimos en uno con Dios y recordamos nuestro Origen, que todos somos de la misma sustancia, todos del mismo Padre, y somos verdaderos hermanos y hermanas. En nuestro grupo practicante, tenemos todo tipo de nacionalidades, todo tipo de creencias religiosas, pero trabajamos juntos en paz y armonía, como si nos hubiéramos conocido unos a otros, por miles de años, en el instante en que nos vemos por primera vez. ¿Por qué? Es porque hablamos el mismo lenguaje interno y nos entendemos en el nivel de conciencia superior. Esta música celestial (interna) podemos escucharla ahora mientras vivimos, para que podamos entender lo que Dios quiere enseñarnos, cuál es la instrucción del Cielo, cuál es la voluntad de Dios, para que no podamos equivocarnos en este mundo. Y entonces viviremos nuestra vida más en armonía con el mandato del Cielo. De hecho, muchas gente enferma enfermas se encontraron nuevamente sanas después del despertar del poder de Dios. Pero ese no debería ser el motivo de la iniciación. Deberíamos venir a Dios porque queremos conocer solo a Dios. No para obtener beneficio, ni para obtener ganancias a corto plazo o fama o cualquier cosa que sea de corta duración y física.