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recién a las industrias del alcohol, los alimentos ultraprocesados, los combustibles fósiles y el tabaco como responsables de 2,7 millones de muertes al año. La organización señaló que la consolidación de la industria ha llevado a un pequeño número de multinacionales a ejercer un poder desmesurado sobre los sistemas políticos y las leyes. Sus acciones, como la presión ejercida por grupos de presión, la selección de personas vulnerables a través de la publicidad y la difusión de información falsa, están obstaculizando los esfuerzos por mejorar la salud pública. La OMS insta a los países a que respondan creando normativas más estrictas sobre la comercialización, los grupos de presión y las prácticas monopolísticas, y animando a las empresas a centrarse en las personas antes que en los beneficios. Gracias, Organización Mundial de la Salud, por ayudar a identificar los principales factores que dañan la salud pública y ponen en peligro la vida de millones de personas. Por la misericordia del Cielo, que los gobiernos del mundo apliquen políticas que protejan a sus pueblos, garantizando así un futuro saludable para todos.