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A nuestra Amada Maestra y equipo de Supreme Master Television: Antes que nada, deseo que Usted tenga salud y esté joven y bella. Me gustaría compartir mis experiencias espirituales con Usted y mis compañeros practicantes. Mi narración es un poco torpe, por favor, perdónenme. Yo todavía estaba en Âu Lạc (Vietnam) en 2010. Mientras meditaba me encontré a mí misma en el Día del Juicio. Vi a una deidad, pero no supe su nombre. Él era enorme, tres veces el tamaño normal de una persona. Se sentaba en una plataforma muy alta, sujetando una espada larga. Cuando levantó su espada ésta se hizo más larga y se extendió a lo lejos. Cuando golpeó con ella cayeron numerosas cabezas. Y debajo de la plataforma había muchos de sus soldados de pie alrededor, esperando sus órdenes. Él mandó que todo el mundo se pusiese en fila con orden y se agrupase por religiones. Los que no tenían religión pero vivían virtuosamente se quedaron a un lado. Los que no vivían una vida moral también se quedaron de pie a un lado. Yo no entendí en aquel momento por qué estaba de pie al principio de la fila. Miré alrededor y vi a muchos compañeros practicantes. Estaba muy calmada en aquel momento y le recé a Usted: “Querida Maestra, Usted no ha sido reconocida oficialmente en Âu Lạc (Vietnam) todavía, ¿qué debería contestarle a él?” Usted respondió en mi interior: “Solo contéstale honestamente”. En ese momento, yo llevaba una camiseta amarilla y un collar con un colgante en forma de corazón con una foto de Usted. Cuando llegó mi turno él preguntó: “Chica de la camiseta amarilla, ¿tienes alguna religión?” Antes de que pudiera responder él se levantó y gritó: “Todos, arrodillaos delante de Dios”. Yo me asusté y miré alrededor. Todo el mundo se arrodilló; solo yo estaba de pie. Cuando miré a mi collar en aquel momento vi que la foto de Usted estaba brillando intensamente. Él dijo que Usted es la encarnación de Dios que ha bajado aquí para salvar a los seres sintientes y salvar la Tierra. Entonces él me dio un puñado de bonitas imágenes de todos los Maestros, incluyendo la de Usted. Yo tomé una bella imagen de Usted y entonces le di la vuelta y encontré la imagen de Jesús. Creo que Usted es Jesús. Querida Maestra, mis palabras finales para Usted, “Usted es nuestro aliento”. Gracias, Maestra. Que Dios bendiga al equipo de Supreme Master Television. Respetuosamente suya, Aasiya desde Melbourne, Australia. Gentil Aasiya: Le damos las gracias por sus emotivas palabras que han conmovido nuestros corazones y rogamos para que todos los seres amen a nuestra Amada Maestra, al igual que nosotros, Sus siempre agradecidos discípulos hacemos. Que Dios les bendiga sin cesar a usted y a la adaptable Australia con abundancia y paz. En la Luz Universal, el equipo de Supreme Master TV P.D. Estamos felices de compartir la respuesta de la Maestra con usted: “Resplandeciente Aasiya: ¡muchísimo amor para ti! Tú eres de hecho una de las afortunadas por reconectar con Dios, tu Maestro interno. ¡Esta es la herencia Divina del ser humano! Sin embargo, muchas personas siguen ciegas al conocimiento de que todos son hijos de Dios. Estoy agradecida a Dios por aquellos, como tú, quien ha encontrado el camino a Casa. Que los Cielos te adornen a ti y al amigable pueblo australiano con alegría y sabiduría”.
